TRÁFICO ILEGAL DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES
México ocupa el cuarto lugar entre los doce países con mayor biodiversidad del mundo, con más de 24,000 especies de plantas vasculares (quinto lugar), 1,010 especies de reptiles (segundo lugar), 564 especies de mamíferos (tercer lugar), 420 especies de anfibios (cuarto lugar) y 1,125 especies de aves (undécimo lugar). Y lo que es más importante, entre el 40% y el 60% de todas las plantas vasculares son endémicas de México, así como el 69% de los anfibios, el 59% de los reptiles, el 30% de los mamíferos, el 11% de las aves y el 77% de las cactáceas.
Los mexicanos llevan milenios aprovechando esta biodiversidad. Fue hasta el siglo XX cuando la gran demanda internacional de especies mexicanas se convirtió en el motivo de la sobreexplotación legal e ilegal que llevó a muchas especies al borde de la extinción como tortugas marinas, cocodrilos, loros, peces, cactus, árboles tropicales, etc.
En la década de 1980, México intentó poner fin a esta sobreexplotación prohibiendo la exportación de todo tipo de fauna silvestre. Sin embargo, las autoridades mexicanas contaban con muy pocos recursos para hacer cumplir esta prohibición y abundaban los permisos ilegales de exportación de todo tipo de fauna silvestre por parte de las autoridades municipales, estatales y federales. En 1992, México ratificó por fin el tratado de la Convención sobre el Comercio Internacional de Fauna y Flora Silvestres Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que tuvo el efecto inmediato de poner fin a todos los permisos de exportación ilegal, dado que las Partes de CITES sólo aceptarían importaciones de vida silvestre acompañadas de un permiso CITES expedido por la Autoridad Administrativa CITES designada de México. Con la CITES, se acabó el comercio internacional ilegal de grandes cargamentos (cactus, loros, productos derivados de tortugas marinas, etc.) y se dio paso al contrabando de especies raras y endémicas para los mercados estadounidense, europeo y asiático. El comercio ilegal de especies silvestres no es constante y la demanda cambia con el tiempo para diferentes especies o grupos de especies. En las dos últimas décadas, la demanda de reptiles endémicos ha aumentado drásticamente para dos mercados principales: el mercado del comercio de mascotas en EE.UU. y Europa, y el mercado alimentario en Asia. Este último se centra en las tortugas acuáticas.
Otro tipo de comercio ilegal internacional que ha aumentado en la última década es el de productos de la vida silvestre de gran valor. Se trata de productos por los que los países consumidores pagan precios muy altos. Tan altos, que el crimen organizado los considera más rentables que la venta de drogas. Por ejemplo, vejigas de totoaba, pepinos de mar, aletas de tiburón, maderas tropicales de color rojizo como el palo de rosa, etc.
A escala nacional, el comercio ilegal afecta a cientos de especies de animales y plantas. Existen cuatro tipos principales de comercio, el primero es la utilización de animales vivos para el comercio de mascotas u otros usos como la cetrería. El comercio de mascotas tiene raíces culturales en el pasado y presente mexicano afectando a loros, pájaros cantores, rapaces diurnas y nocturnas, monos, otros pequeños mamíferos como coatíes, mapaches, ardillas, etc.
Los mexicanos solían temer a la mayoría de los reptiles pensando que eran venenosos, y este temor incluía a muchos tipos de lagartos. Los únicos lagartos que se tenían como mascotas eran las lagartijas cornudas o tapayaxin. Pero esto ha cambiado, y en las últimas dos décadas, la tenencia de reptiles como mascotas ha crecido exponencialmente, e incluso serpientes altamente venenosas como la serpiente de cascabel están siendo criadas y vendidas para el comercio de mascotas. El segundo tipo de comercio también tiene sus raíces en el pasado y es la utilización de animales como alimento. Este tipo de comercio afecta a muchos reptiles como tortugas marinas, tortugas acuáticas, tortugas de tierra, e iguanas, especialmente las iguanas de cola espinosa. Decenas de miles de reptiles son cazados ilegalmente cada año para su consumo.
La mayoría de los mamíferos silvestres se cazan ilegalmente para su alimentación, como venados, conejos, pecaríes, roedores como ardillas, agutíes o pacas, todo tipo de zarigüeyas e incluso monos. Cualquier ave mayor que una paloma se caza ilegalmente para el consumo y anfibios como ranas, salamandras y, sobre todo, ajolotes.
El tercer tipo de comercio, aunque arraigado también en el pasado, ha aumentado por la demanda internacional. Se trata del uso de productos procedentes de animales y plantas. La piel, el cuero, los cuernos, las garras, los huesos, los cráneos, las patas, las colas, las conchas, las plumas, los picos, la carne o los huesos en polvo, las hojas, las raíces, las cortezas, los tallos, etc. se utilizan para fabricar todo tipo de artículos de vestir, joyas, para brujería y medicina, etc. Cientos de especies se ven afectadas y, por desgracia, la demanda asiática internacional de algunos productos ha creado enormes problemas para algunas especies.
El cuarto tipo se refiere principalmente a las especies vegetales como plantas ornamentales. Especies como cactus, cícadas, beaucarneas (patas de elefante), crasuláceas, palmeras e incluso orquídeas, fueron consideradas baratas y corrientes durante la mayor parte del siglo XX. Los mexicanos aprendieron de la demanda internacional a admirarlas y a finales de los 90 la recolección ilegal de estas plantas silvestres se disparó.
La solución a todo el comercio ilegal de especies silvestres es reducir la demanda. Las Naciones Unidas y CITES han emitido Resoluciones pidiendo a todos los países que hagan campañas nacionales para reducir la demanda de especies ilegales y sus productos para combatir el comercio ilegal de vida silvestre. Teyeliz lleva décadas colaborando con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y muchas ONG para crear los materiales de dichas campañas, que han llegado a millones de mexicanos. Hemos visto los resultados en el cambio de visión de la gente y cómo ahora están más interesados en participar en la conservación de la vida silvestre y el combate al comercio ilegal.
Sabemos cómo combatir el comercio ilegal y llevamos décadas haciéndolo, pero necesitamos tu ayuda. Haz un donativo y ayúdanos a poner fin al comercio ilegal de especies silvestres.
Fotos: PROFEPA y Istock